Por desconocimiento muchas veces no conservamos bien el aceite, ya que existen unos factores que aceleran su descomposición. Los aceites comercializados están preparados para que durante un largo tiempo no se alteren (los aceites de oliva tienen una fecha de consumo preferente de un año), pero estos procesos de alteración siempre
están presentes aunque sea a una escala muy pequeña. Esta alteración que es mínima no podemos evitarla, pero sí a estos factores que hacen que la alteración ocurra a mayor velocidad.
Volvamos a la pregunta, ¿Cómo conservamos el aceite para que se altere lo menos posible? Lo ideal es tenerlo en lugar oscuro, fresco y en recipientes con cierre hermético. La temperatura óptima de conservación es de 20°C. A bajas temperaturas, puede espesarse temporalmente y formar unas gotitas, esto no tiene ninguna importancia.
No obstante, lo ideal es no almacenarlo durante mucho
tiempo, especialmente si es un aceite de oliva virgen o virgen extra,
ya que como hemos dicho, el aceite siempre va a tener una alteración aunque sea
mínima y mermaran las características organolépticas, que hacen tan
distinguidos a estos aceites.